sábado, 18 de diciembre de 2010

Pollo al horno jugoso


Te gusta el pollo al horno con la piel dorada y la carne jugosa y tierna? Esta es tu receta.



Procedimiento:

Encender el horno para que se vaya calentando. Retirar los menudos del pollo y quitar el excedente de grasa, conservando la piel, aunque se vean partes que sobran, ya que durante la cocción se reduce. Mantener intacta la tira de piel en la que vienen sujetas las patas, ya que ayudará a mantener la forma del pollo. Lavar y secar, retirando los canutos y pelitos que hayan quedado en la piel (esto se puede hacer pasando rápidamente el pollo sobre la hornalla encendida). Opcionalmente puede quitarse la última porción del ala. Retirar el par de glándulas de grasa que hay sobre la rabadilla.


Salar toda la superficie y el interior del pollo con una lluvia de sal fina, abundante, pero no excesiva. Preparar la fuente forrando la base con rodajas gruesas de cebolla, 1 o 2 capas. Para condimentarlo: Ablandar la manteca (mantequilla) y añadirle los condimentos a elección.


Frotar la piel del pollo con esta manteca condimentada, introduciéndola también entre la carne y la piel y en el interior. Colocar el pollo en la fuente sobre las cebollas e introducir las puntas de las patas en la tira de piel que está en el extremo inferior del cuerpo. Si esta tira viene cortada, se pueden atar las patas (la opción más sencilla), o bien bridar todo el pollo para mantener la forma.


El horno ya estará precalentado a temperatura media a fuerte (200° C). Introducir la fuente con el pollo. Hornear 54’ a temperatura media a fuerte y 18’ a temperatura suave.


Recomendaciones: Pincelar la superficie 3 o 4 veces durante la cocción con el jugo que se forma en la fuente.


Retirar y dejar reposar un par de minutos para que los jugos se asienten. Pasar a una bandeja o tabla.


¿Cómo saber si está cocido? Las articulaciones se desprenderán fácilmente y el color de la carne que está pegada a las mismas será beige, o apenas rosado. No sobrecocinarlo, a fin de mantener la carne jugosa y tierna.


Cortar la piel justo por donde se dividen las patas de la pechuga. Desprender las pechugas haciendo un corte paralelo al hueso y cartílago. Cortar la articulación que se encuentra cerca del cuello. Retirar la carne con una porción de ala.


Retirar patas con muslo doblando la articulación que une a la cadera y cortar la carne con su piel. Los restos de carne adherida a la carcaza o “rancho” se pueden comer “a mano”, o rasparlos con un cuchillo para aprovecharlos en otra preparación (croquetas, ensaladas, patés, etc.).


Servir una presa por porción con la guarnición preferida (arroz, papas, o ensalada).


¿Cómo hacer si deseamos el pollo más seco? Hornearlo sobre un colchón de sal gruesa, que absorberá los jugos que desprenda el pollo durante la cocción. Otra opción es colocarlo en una asadera más amplia junto a los vegetales (papas, batatas, calabaza, cebolla, pimientos, ajos, etc.).



Saludos!




1 comentario:

  1. Estimada Ana, te dejo mis deseos de un muy buen año, para vos y tu familia.
    Besos.

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